viernes, 28 de enero de 2022.- Cada persona tiene en sus propias finanzas personales, o bien en su economía familiar, el reto de gestionar los “escasos recursos” para satisfacer las necesidades diarias, pero también para aceptar retos y perseguir metas financieras, además de concederte uno que otro gusto. Esto se consigue idealmente con un presupuesto mensual, en el que puedes registrar todo el dinero de tus ingresos, y en qué gastas cada peso de tu sueldo.
Más que un pasatiempo o práctica ociosa, esto consiste en un procedimiento esencial a la hora de administrar tu dinero, pues si sabes cuánto tienes disponible y qué cosas importantes necesitas cubrir, podrás tomar las decisiones adecuadas para priorizar eso que sabes que debes atender antes. Pero también podrás ver dónde se localizan esos pequeños gastos cotidianos que creías inofensivos, pero al verlos todos juntos ahí escritos te das cuenta de por qué se les llama “gasto hormiga” y del verdadero problema que representa.
Qué consumos corresponden a los gastos hormiga
Sabemos que hay consumos imprescindibles, como la alimentación, transporte, servicios y tu casa, lo mismo si pagas renta o un crédito de vivienda, por lo que esos gastos no los puedes descartar y cada mes tienes que tener apartado ese recurso.
El restante de tu salario puedes usarlo como quieras, pero si tienes proyectos a mediano y largo plazo, más vale que te concentres en un ahorro que te permita hacerlos realidad, por lo que eliminar esas compras superfluas te liberará una buena cantidad de dinero, y así lo puedes identificar:
Analiza cada transacción que haces en el día a día, y presta especial atención a esos pagos por pequeños artículos, snacks, y otros hábitos como la cajetilla de cigarrillos o el café de la mañana, que a veces haces sin pensar porque no parecen afectar en gran cosa. En tu presupuesto suma cada uno de esos pagos que vas haciendo para descubrir dónde es que se está fugando tu salario, y descubrirás por qué no te rinde.
Las propinas en una cafetería, el periódico, la máquina expendedora de refrescos y las limosnas parecen no hacer ninguna diferencia en tu bolsillo, pero ya irás descubriendo que en su conjunto sí marca una cifra mucho más considerable.
Cómo elimino los gastos hormiga
Cuando los hayas identificado plenamente, será mucho más sencillo atacar el problema, pues cuando eran invisibles podían quedarse en tu rutina de manera inconsciente, pero al estar atento a todos tus gastos, y hacer cada uno a consciencia, te darás cuenta de cuando estés por cometer uno de estos gastos impulsivos y reconsiderar si esa compra es necesaria.
Puedes aplicar pequeñas estrategias adicionales para reducir la posibilidad de que en el momento crítico accedas a la compra, como limitando el dinero en efectivo que tienes al alcance si sospechas que eso puede ayudarte a no precipitarte con un gasto al tener la tentación y las facilidades para caer.
Tener billetes de denominación más alta es una forma de detenerte a pensarlo dos veces, pues no echarás de menos unas cuantas monedas que ese billete grande que no podrás ignorar en qué momento del día te gastaste.
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